En la entrada de hoy vamos a
hablar sobre uno de los personajes más famosos de todos los tiempos: Buda, un icono de la cultura asiática.
¿Quién era Buda?
Al igual que Jesucristo, se trata de un personaje
histórico y está atestiguado que existió realmente. El auténtico nombre de
Buda era Siddharta Gautama, un joven príncipe que abandonó las comodidades propias de su clase para vivir como un asceta, comiendo de lo que conseguía mendigar.
Por tanto, es bastante improbable que en
estas condiciones tuviera un problema de sobrepeso.
Entonces, ¿por qué se representa de esta forma?
La típica representación de Buda gordo y calvo que ha sido
popularizada por millones de estatuillas realmente no está inspirada en Siddharta Gautama. ¿En quién entonces?
Pues en un monje budista que vivió en el
siglo X, más de mil años después del nacimiento de este personaje clave en
la historia y fundador de la doctrina
religiosa Hotei. Efectivamente, la
imagen mental que tenemos de Buda es de otra persona.
Esto es algo simbólico, ya que por ejemplo todas las representaciones también se
caracterizan por estar sonrientes,
por lo que podríamos entender que se trata de una serie de símbolos que se asocian a la felicidad y en este sentido, estar gordo
implica de alguna forma prosperidad. ¿Cómo era Buda realmente? Quizás
tendríamos que echar un vistazo a los ascetas
actuales para hacernos una idea.
Sea como sea, las representaciones de Buda son muy
variadas y a menudo encontramos figuras que portan un saco. Esto significa que su equipaje
es muy ligero, que sus pertenencias y por tanto lo que le ata a este mundo material cabe en poco espacio,
primando lo espiritual por encima de
las necesidades físicas. Lo que
nunca cambia es la sonrisa y es que Buda siempre aparece sonriendo.
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