Un recinto cultural no estaría completo
sin esta típica restricción que frustra a miles de turistas alrededor del
mundo.
Cari Grimm, conservador de pinturas del Museo De Young en San Francisco,
California, dice que el calor y la luz producidos por la fotografía con flash
aceleran la reacción química que deteriora las pinturas o esculturas antiguas.
"El flash produce una explosión de luces que contiene tanta radiación de
onda larga como corta que daña el arte. Puedes ver este efecto al poner
cualquier periódico bajó los rayos solares, ya que comenzará a ponerse
amarillento y quebradizo hasta convertirse en polvo", dice Grimm.
Sin
embargo, Martin H, Evans, experto de la Universidad de Cambridge (Reino Unido),
quien analizó una extensa literatura
sobre el tema, asegura que la idea es un simple mito basado en un experimento
de la Galería Nacional de Londres de 1995, consistente en 'bombardear' pruebas
de color con luces artificiales potentes, los autores del estudio incluso
removieron los filtros de radiación de algunos dispositivos para observar las
reacciones.
Los resultados mostraron un ligero, pero visible, cambio en el
pigmento, lo cual fue suficiente para vetar la luz artificial en el lugar, pero
hoy día, la mayoría de las cámaras incorporan filtros que bloquean las temidas
radiaciones.
Los empleados de museos
prohíben fotografiar cosas como reliquias egipcias que han sido bañadas por la
intensa luz ultravioleta del desierto, durante más de 3,000 años, dice Evans.
Por el momento mientras no surjan nuevos estudios que evalúen los peligros
reales de los equipos fotográficos modernos, tendremos que desactivar el flash para
tomarnos 'selfies' con La Gioconda.
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