Curiosidades del pelo y las uñas
Si pensabas que un cadáver enterrado
yace cual Rapunzel en descomposición con garras, estás equivocado.
En realidad,
esta idea popular es un mito que surgió por un proceso natural y lógico: las
uñas y el cabello emulan un ligero crecimiento post mórtem porque la carne del
cuerpo putrefacto se contrae a medida que se seca.
No obstante, hay algo de
cierto en la famosa mentira, pues la muerte no es un proceso instantáneo:
cuando el corazón de una persona deja de latir, sus células cerebrales mueren
rápidamente, pero aquellas que utilizan menos oxígeno pueden vivir un poco más.
Así que, en teoría, el cabello y las uñas crecen un poco.
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