28/8/14

Deja un comentario

¿Cuál es el verdadero sentido de la educación?


Para dar inicio a un debate como el planteado, debemos hacer algunas consideraciones. En primera instancia es importante resaltar el papel de la educación durante la infancia en las personas, pues ésta cuenta con características distintas a las de una persona adulta.

Al respecto, está claro que la capacidad de aprendizaje de un niño pequeño es mucho más moldeable que la de una persona adulta, se está adaptando a las condiciones del mundo, una de las capacidades que nos distingue como especie.

El aprendizaje en la etapa infantil

Esta capacidad para modificar esa denominada condición para la recepción del aprendizaje se caracteriza por presentar factores tanto biológicos como sociales, pues el cerebro cuenta con ciertos parámetros para ser modificado en ciertas etapas de la vida. A su vez, en cuanto a factores sociales las concepciones del mundo se moldean en el niño con mayor facilidad, pues es en esta fase de la vida en donde se asimilan las representaciones más básicas del entorno.

Ahora bien, algunas posturas han defendido abiertamente que el verdadero sentido de la educación consistía en la formación de esos niños en adultos responsables que contaran con una internalización de las normas, valores y reglas de la sociedad a la que pertenecen. Además apuntaban que el adulto es un proceso acabado, terminado, que ya no se va a modificar más.

Esta concepción de la educación es problemática, pues uno de los objetivos centrales de todo docente consiste en lograr que ese proceso de modificación de los esquemas de pensamiento continúe en vigor en la persona.

Continuar aprendiendo a cualquier edad es fundamental para nuestro cerebro

Y es que la capacidad para cambiar las concepciones, para sustentarlas, para reflexionar es el verdadero sentido de la educación. Es por ello que la misión del docente consiste simplemente en lograr un aprendizaje fresco y autónomo en cualquier etapa de la vida.

En estudios recientes, cada vez se tiene más claro que no hay una edad para dejar de estudiar y aprender, el cerebro siempre está receptivo de iniciar nuevos proyectos y conocer nuevos datos. De hecho es importante mantener una vida activa en cuanto al aprendizaje, ya que nuestro cerebro se mantendrá más joven y en forma, como si de un músculo más del cuerpo humano se tratase.


Puedes seguir leyendo en el blog: Curiosidades sobre la constitución de "La Pepa"

0 comentarios: